La propuesta escénica interdisciplinaria que se presenta, es una interpretación inspirada en los recuerdos y lecturas del libro Las Enseñanzas de Don Juan, de Carlos Castaneda, que relata las aventuras que vivió este último, cuando llegó a Arizona en busca de un indio yaqui, a quién solicitó le enseñara el uso de las plantas medicinales y alucinógenas; es menester recordar que la producción literaria de este antropólogo causó opiniones encontradas entre sus lectores, sin embargo, relata momentos fascinantes que tocan la tradición ancestral indígena. La música se fundamenta en la tradición e intenta recrear los momentos de ruptura de la cotidianidad, con la desarticulación formal y armónica de la misma, como una proyección del sucbconsciente de Carlos, personaje que sufre cambios perceptivos debido al somentimiento a una especie de hipersensibilización causada por la ingesta de plantas psicotrópicas. La proyección de visuales y el juego de luces han sido empleadas para sugerir o aludir la percepción de otra realidad, aquella que se interpreta con el surgimiento del color en el ritual y la fiesta, en contraposición con la austeridad de la vida en el desierto.
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Obertura y El Encuentro, escena I
Audio visual que refiere al recuerdo del largo viaje que realizó Carlos Castaneda hacia una región árida de Arizona en busca del chamán Don Juan Matus. En algún lugar del desierto, cansado de su travesía finalmente encuentra Carlos a Don Juan a quien pide con denuedo sea su maestro en el arte de los secretos de las plantas, pues quiere enriquecer sus conocimientos para aplicarlos a la antropología.
El Encuentro “aceptación”, escena Ia
Después de tanto insistir en convencer Carlos a Don Juan de que lo acepte como aprendiz, logra conectarse con su entorno tras una especie de prueba que le hace Don Juan respecto a la percepción de lo intangible, y en particular a la sonoridad de la palabra Mezcalito, que para el indio yaqui es uno de tantos nombres atribuibles a las cualidades del peyote.
El lugar de fuerza-Canto petreo, escena II
En esta escena Don Juan pone a prueba la percepción sensorial de Carlos, respecto a la entidad y energía de los elementos y la naturaleza en general, y saber si este, tiene capacidad para decodificar otros planos de existencia así como su injerencia en el ámbito de los seres humanos y si esas energías tienen cabida en nuestra realidad social.
Viaje de transfiguración, escena IV
Encuentro de Carlos con otras costumbres, Don Juan lo lleva a conocer a unos amigos suyos para contextualizar a su discípulo y ver si tiene las facultades “ver” la otra realidad, además de ser observado por los anfitriones donde le será proporcionado el peyote de prueba.
Viaje de transfiguración “Alucinación del perro”, escena IVa
Experimenta por vez primera el peyote y aunado a un rito nuevo para él, sufre las consecuencias en alucinaciones diversas; se le presenta aquí, un ente en forma de perro y juega con él sin saber de quién se trata o lo que implica.
Prolongación de la fiesta de la comunidad en donde los concurrentes departen tomando, bailando y cantando; a cierto punto de la celebración, Don Juan percibe la presencia de Mezcalito -como él denomina a la entidad que representa al peyote y sus efectos- enfrentando nuevamente a Carlos a nuevos retos o pruebas con la finalidad de valorar las capacidades de este.
Mitote y éxtasis, escena VIIa
Como parte final de la fiesta se verifica el clímax de la obra, Carlos logra la catarsis al bailar como poseído, alcanzando el punto de conexión con la entidad, creando incluso la ilusión de una transubstanciación con ella. Don Juan le confirma debido a su desempeño que su trato con la entidad fue benigno, en conclusión tiene la capacidad para su camino al conocimiento.
Canto de posesión, escena VIII
Desenlace de la obra donde Carlos después de la ingesta en demasía del peyote y alcohol, poseído y balbuceante en una espiral de sensaciones por el espíritu ancestral asignado al poder de las plantas y su efecto psicotrópico, finalmente ha aprendido parte del conocimiento que Don Juan le ha aportado para encaminarse como un “Hombre de Conocimiento”, y establece cantando, su adhesión a esta especie de pacto.