En 1978, alentado por Sandro Portelli, inicié mis primeros cursos de organetto (pequeño acordeón diatónico típico de la música folclórica) en la Scuola di Musica del Circolo Gianni Bosio di Roma. Desde entonces, mucho se ha hecho: el acordeón se ha introducido en el tejido musical urbano; un público siempre más grande lo ha conocido y muchos han aprendido a tocarlo. Junto a los nuevos acordeonistas, en estos años hemos “explorado” los diversos repertorios de la música folclórica italiana y extranjera y, también a través de la comparación con los músicos que aún en modo muy vivo la representan, hemos experimentado métodos didácticos específicos.
Fruto de estas experiencias ha sido la Bosio Big Band, una Orquesta fundada en 1984, única en su género por su instrumentación compuesta por voces, acordeones y percusiones tradicionales. Nacida en un tiempo de incremento de los numerosos alumnos de los curso de acordeón la BBB comenzó su actividad presentando fundamentalmente música tradicional de la Italia del centro meridional y con este repertorio se presentó en las más variadas situaciones.
Con el paso de los años la investigación musical se desarrolló y creció el nivel técnico de ejecución del grupo, compuesto exclusivamente de músicos no profesionales.
En 1988 la Orquesta grabó un LP con el título de Dispari e Pari, producido por la Sud Nord Records, SN0013, que suscitó curiosidad e interés.
Junto a la elaboración técnica y musical, la Orquesta ha buscado siempre de crear, en cada una de sus presentaciones, una situación festiva en busca de la relación directa e inmediata con el público. Con el tiempo esta exigencia se ha convertido siempre más apremiante, al grado de generar la idea de un nuevo espectáculo: una pequeña obra de teatro musical basada en formas expresivas típicas de la cultura popular. Así nació Trillillì, un espectáculo que durante su preparación se enriqueció por la contribución de sus participantes y que está dedicado a todos los músicos y cantantes tradicionales que con la fuerza de su música, nos han ayudado a afrontar la vida con más alegría.
Ambrogio Sparagna
Sobre la dirección
Cuando, en la primavera del 1989, se hubo iniciado a trabajar en torno a la idea de un espectáculo teatral para la orquesta de acordeones Bosio Big Band, Trillillì, ya había nacido.
Existía, de hecho, un concierto-espectáculo de plaza, desordenado y atropellado, que invitaba a la gente en la calle con el desfile de hombres sobre zancos, traga fuegos, payasos y malabaristas, seguidos de 30 organilleros e instrumentos de percusión.
Era también una especie de celebración musical espontánea de carácter festivo después de un concierto, a veces más apasionante que el espectáculo mismo, con espectadores y músicos involucrados en la tarantela y en los saltarelos, tocados y bailados por horas, incansablemente. Se conocía, sin embargo, Il paese con le ali, el disco grabado por un ejecutante de acordeón que soñaba en transformar su instrumento en una orquesta grande y con esta, comenzar a volar.
Y sobre todo, existía desde años la Bosio Big Band, un ensamble de músicos no profesionales (como la mayor parte de los músicos de tradición oral), capaces de ejecuciones de alto nivel.
Su música era ya, teatro musical: en las historias de las piezas cantadas, en la interacción entre músicos y público que transformaba en fiesta de plaza cada ejecución; pero el teatro era también la fisonomía de los instrumentistas, su postura, la coreografía naturalmente generada por el movimiento de los fuelles de los acordeones, la cinestesia de los percusionistas (tamorre, castañuelas y putipú).
Una teatralidad derivada de la naturaleza de la música ejecutada y subordinada a la misma.
Estaban ya, por lo tanto, casi todos los elementos con los cuales construir el “nuevo” Trillillì, de manera que su transferencia a un espacio cerrado no opacara el sentido del espectáculo de plaza. […]
Piero D´Onofrio
Descripción de la obra
La obra narra la historia del trovador Trillillì, que es amado por el pueblo y por lo tanto, antítesis del Rey Filippo quien para acabar con su propia ridiculización, lo sentencia a morir en la hoguera. La historia hace un recorrido de la vida del héroe proyectada a través de sus hijos quienes heredan el valor y carisma de su padre.